En otras ocasiones hemos hablado de esos “pequeños misterios” cotidianos que nos rodean, como el propósito de las bisagras de las puertas o la curiosa forma de las cucharas para espaguetis. También descubrimos la utilidad del orificio en muchas tablas de cocina, que no está ahí solo por estética. Sin embargo, lo que quizá no es tan conocido es para qué sirve la ranura que rodea a muchas de estas tablas.
Entre los objetos que podemos encontrar con funciones poco conocidas hay grapadoras, cortauñas, cintas métricas, conectores USB, enchufes e incluso en sartenes. Y lo que ahora nos ocupan, las ranuras de las tablas de cocina sirven para mucho más de lo que parecen.
Para tener un ambiente saludable
Muchas tablas de cortar disponibles en el mercado incorporan, además del clásico orificio para colgarlas, una hendidura que recorre todo su perímetro. Aunque a simple vista pueda parecer un simple detalle decorativo, en realidad cumple una función muy práctica.
La hendidura que rodea muchas tablas de cortar de cocina, también conocida como canal perimetral o recogejugos, tiene una función muy práctica: retener los líquidos que desprenden ciertos alimentos al ser cortados.
Esto resulta especialmente útil al trabajar con frutas o verduras jugosas con alto contenido de agua, como tomates, sandía, piña o naranjas, ya que evita que esos jugos se derramen por la encimera. Esto no solo ayuda a mantener la superficie de trabajo limpia, sino que también reduce el riesgo de que los líquidos provoquen resbalones o manchas.

Además, es especialmente útil cuando se manipulan piezas de carne cruda o cocinada. El canal o surco que rodea muchas tablas de cortar está pensado para recoger los jugos que se liberan al trocear o al dejar reposar la carne tras la cocción. Esto evita que los líquidos se derramen sobre la encimera o contaminen otras superficies, lo que contribuye a mantener el área de trabajo más limpia e higiénica y a prevenir posibles contaminaciones cruzadas.
Gracias a este diseño, se mejora la higiene en la cocina, se facilita la limpieza posterior y se evita el goteo hacia otras superficies o utensilios. Este tipo de ranura es muy habitual en tablas de madera o bambú, aunque también se encuentra en modelos de plástico más gruesos y resistentes.
La importancia de la contaminación cruzada
Una parte importante de las intoxicaciones alimentarias tiene su origen en el ámbito doméstico. La mayoría de estos casos podrían evitarse fácilmente si se siguieran unas normas básicas de higiene, limpieza y manipulación segura de los alimentos. Y la cocina es básica.
Muchas veces por despiste o por desconocimiento o exceso de confianza, pueden acarrear consecuencias serias. Uno de los aspectos clave para evitar problemas es mantener separados los utensilios y superficies que se usan para distintos tipos de alimentos. Esto previene la llamada contaminación cruzada, que no solo puede transmitir bacterias peligrosas, sino también provocar reacciones alérgicas o intolerancias.
Es fundamental diferenciar la manipulación de carnes, pescados, verduras y alimentos ya cocinados. Por ejemplo, si preparamos carne cruda, debemos usar una tabla y cuchillo exclusivos, y cocinarlos en utensilios limpios. Jamás deben reutilizarse sin haber sido lavados y secados previamente.
La mejor práctica es contar con varias tablas de cortar, preferiblemente de buena calidad, diferenciadas por tipo de alimento. Incluso cuando se trabaja en una misma receta, es esencial lavar y secar bien cada herramienta tras su uso, utilizando agua y detergente.
Imagen portada | Amazon
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