Apagar el aire acondicionado cuando salimos de casa o dejarlo encendido: qué es mejor y qué gasta menos

Si queremos ahorrar al máximo convendrá aprovechar la forma de trabajar de los modelos con tecnología Inverter

Jota
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
paco-rodriguez

Paco Rodríguez

Editor Senior

Con la llegada del calor sofocante, si contamos con un sistema de aire acondicionado en casa una de las dudas más habituales que puede surgir es qué conviene hacer con ellos cuando vamos a estar fuera de la vivienda un tiempo relativamente corto: ¿es mejor apagar todo y marcharnos o dejarlo encendido?

Lógicamente si nos vamos a ausentar un largo periodo de tiempo para por ejemplo ir a trabajar o a una actividad fuera de casa durante todo el día, la respuesta parece obvia y lo lógico es apagar los equipos para ahorrar en nuestra ausencia, pero ya no está tan claro si solo vamos a ausentarnos un rato, como mucho un par de horas por diferentes motivos.

Una cuestión de ahorro energético, confort e inercia térmica

aire Imagen: Cecotec

No hay una respuesta única e ideal que sirva para todos los usuarios, ya que la realidad es que cada vivienda y cada grupo de convivencia será un caso concreto de estudio que deberíamos analizar teniendo en cuenta aspectos como en qué región  vivamos, la orientación de las habitaciones, las dimensiones, el número de ventanas, el tipo de aislamiento en las paredes, tipo y modelo de aire acondicionado que tengamos instalado, y sobre todo el factor de inercia térmica de la casa, es decir, cuánto tarda en enfriarse o calentarse desde que encendemos/apagamos los equipos.

Este último punto es fundamental y cada usuario sabrá más o menos cuál es la de su domicilio, ya que es básicamente el nivel de aislamiento térmico de la casa y cómo varía la temperatura del interior al dejar de aportar calor en invierno o frío en verano.

En el caso concreto del aire acondicionado, en general es más fácil mantener un ambiente fresco a una temperatura moderada que enfriar uno que ya está muy caliente y los aparatos suelen funcionar de forma más eficiente cuando trabajan de forma constante para mantener una temperatura, en lugar de encenderse y apagarse repetidamente o trabajar al máximo rendimiento para un enfriamiento  drástico.

Esto es debido a los sistemas de compresión que montan sobre todo los equipos más modernos basados en tecnología Inverter, donde hay un primer ciclo de funcionamiento a máxima potencia para bajar rápidamente la temperatura pero luego un modo de funcionamiento de "crucero" donde el gasto energético es mucho menor.

Aprovechar esta tecnología Inverter en nuestros equipos es esencial y de hecho organismos como la OCU explican que lo mejor es "regular la temperatura que deseas en la habitación y dejar al aparato trabajar el tiempo que sea necesario". Si ponemos el termostato muy bajo cuando llegamos a casa con calor y después lo paramos porque sentimos frío, y al rato lo volvemos a conectar y a sí sucesivamente, obligamos al equipo a trabajar siempre al 100% y consumirá más.

Esto es extrapolable a cuando salimos un rato de la habitación o de la casa y nos planteamos el apagado del equipo. Si ya ha estado funcionando un cierto tiempo y ha alcanzado ese modo de "crucero", el consumo eléctrico será reducido y el ahorro por apagarlo si nos ausentamos será escaso si el tiempo es corto.

¿Cuánto se considera un tiempo corto? Pues depende de cada casa, pero en general podemos pensar en el tiempo que el equipo necesita para poner la habitación a la temperatura deseada. Por ejemplo, si necesitamos 1 hora para que la habitación alcance nuestra temperatura objetivo y nos vamos menos de ese tiempo no merecerá la pena apagarlo. Y al contrario, si tardamos más de 1 hora en regresar sí será recomendable hacerlo.

Desde Repsol señalan también que es preferible alcanzar la temperatura adecuada poco a poco y de forma paulatina para que el consumo energético no se dispare. Aconsejan que si vamos a ausentarnos durante muchas horas, sí hay que  apagarlo del todo para no generar un consumo eléctrico continuo innecesario.

aire

No obstante hay una opción intermedia para periodos de tiempo relativamente cortos por ejemplo de un par de horas, que consiste en subir la temperatura del termostato varios grados.

Por ejemplo, si vamos a salir a la compra y ya tenemos la casa fresquita a 25 ºC podemos subir a 27 ºC el aire acondicionado y cuando volvamos tendremos una temperatura muy agradable casi sin haber consumido energía y sin volver a iniciar todo el proceso de enfriado desde cero.

Imagen portada | José Antonio Carmona

En Xataka Smart Home | Poner  la temperatura del aire acondicionado a  17ºC o 18ºC es de lo peor que  podemos hacer si queremos ahorrar luz:  este es el motivo

Inicio
OSZAR »